‘Gadgets’ perfectos para familias viajeras
El reproductor de DVD portátil, el carrito abatible y plegable o la jarra hervidora de agua son algunos aliados para viajes que hemos probado con éxito en nuestras escapadas familiares. [Publicado en ZoomNews.es en abril de 2013]
Ahora que más gente se anima a viajar con niños hay cada vez objetos más prácticos, ligeros y aptos para salvaguardar la comodidad y seguridad de los pequeños viajeros. El reproductor de DVD portátil, el carrito abatible y plegable o la jarra hervidora de agua son algunos aliados para viajes que hemos probado con éxito en nuestras escapadas familiares.
Íbamos de camino a Suiza por carretera. Habíamos salido algo tarde de Santander, comenzaba a atardecer y el piloto de la reserva de gasolina empezó a ponerse farruco. En la autopista, un cartel nos avisó de que no habría un solo surtidor de gasolina en 90 kilómetros, así que decidimos salir de la vía principal y llegar por carreteras secundarias hasta la ciudad en la que pensábamos hacer noche…
¡Sorpresa! Los pequeños surtidores autoservicio que íbamos encontrando en los pueblecitos franceses que atravesábamos no reconocían como válidas nuestras tarjetas de crédito, así que no nos daban gasolina. En el campo, la noche se cerró sobre las carreteras sin marcas más oscuras que he visto en mi vida.
Fue un viaje de mucho miedo y llegamos a Clermont-Ferrand sin una gota de combustible. Por suerte, cuando el motor se paró a las afueras de la ciudad estábamos sobre una cuesta que llevaba directamente al centro. Bajamos en punto muerto. Al final de aquel descenso infernal nos esperaba una enorme gasolinera, el único establecimiento abierto e iluminado del casco urbano.
Mi ‘socio’ y yo sudamos tinta aquella noche, llevábamos kilómetros con el terror pintado en la cara. Pero nuestros hijos no se enteraron de nada porque iban pegados al invento que les habíamos comprado para ese viaje: un reproductor de DVD portátil en el que se vieron montones de películas y episodios de Doraemon grabados de la tele.
Esta Semana Santa ha sido la primera vez que salíamos a un viaje largo por carretera sin el viejo y leal reproductor de DVD o ‘tele pequeña’, como lo han llamado mis hijos desde siempre. Las tablets rellenas de películas (legales, por supuesto) y los videojuegos han jubilado ya este aparato que tan buenos servicios nos ha prestado durante ocho años.
A la vieja y querida ‘tele pequeña’ le debemos comodidad; seremos flojos, pero nos negamos a viajar en el asiento trasero haciendo carantoñas al bebé durante cinco horas, como hemos visto que hacen padres más dedicados. Tampoco estamos dispuestos a escuchar ‘Cantajuegos’ durante un viaje entero y les ponemos auriculares a nuestros hijos para que vayan a sus pelis mientras nosotros escuchamos nuestra música. Lo peor que les puede pasar es que aprendan antes estrofas de George Harrison que de One Direction. Todos contentos...
El reproductor de películas es nuestro aliado favorito en viajes con niños por carretera, pero durante trece años de vacaciones familiares hemos tomado nota de otros ‘aparatos’ y objetos que hacen la vida viajera más cómoda.
Para bebés
Desde que nacen hasta que cumplen los tres años de edad es cuando los niños necesitan más arreos para viajar. Prácticamente hay que tener un duplicado ligero de muchos de sus gadgets de diario. La buena noticia es que buena parte del equipo de mantenimiento de bebés se ha racionalizado y modernizado. Para otras cosas, lo más cómodo es lo de siempre.
Cunas de viaje. Hace diez años eran unos tochos enormes que pesaban un quintal, difíciles de manejar y transportar. Hoy hay modelos muy ligeros y manejables como tiendas de campaña. Su complemento perfecto son los sacos de dormir mejor que las sábanas. Calcula que suelen necesitar un colchón a medida.
Asiento para el coche. Durante muchos años busqué una solución asequible y ligera, y nada de lo que me ofrecía el mercado me gustaba. Tampoco me daban confianza las que te arriendan, a precio de oro, con los coches de alquiler. La realidad es que esas sillas de seguridad tienen la función de proteger a nuestros hijos. Es mejor pagar por facturar la nuestra en el avión que ir intranquilo.
Carritos. En serio, esa nave espacial ultramoderna que has comprado para diario no vale para los viajes. Tanto para el avión como para llevar en el maletero lo mejor es una silla paraguas baratita, completamente plegable y 100% abatible, que valga para la siesta del bebé. Muchos monumentos y transportes obligan a plegar el carrito. Piensa en eso.
Baño. La bañerita es prescindible por unos días: se puede bañar con cuidado al bebé en una bañera corriente. Un sustituto eficaz es una piscinita hinchable de plástico.
Menaje para biberón. El alimento perfecto para bebés viajeros es el pecho, pero si ya andan en fase biberón, no hay nada como un termo lleno de agua hirviendo –es útil contar con una jarra hervidora eléctrica- que se equilibra con agua mineral del tiempo en el vaso del bibe. Viejo truco de comadrona, probado y comprobado, que da para todo un día fuera del hotel.
Para niños mayorcitos
Desde que ya no necesitan el carrito, a los cuatro años más o menos, los niños pueden llevar su propia mochilita con una botella de agua, un tentempié, cuaderno y lápices, además de algún juguete. A los nuestros, además, les encanta tener a mano algunas cosas que se han revelado como excelentes entretenimientos:
Viejas cámaras de fotos. Hasta que los Reyes Magos les trajeron las suyas, nuestros hijos utilizaron aquellas primeras cámaras digitales que llegaron a la familia. Con resultados sorprendentes y gran derroche creativo por su parte.
Folletos y guías. Cuando te den un plano de la ciudad en el hotel, pide uno para tus hijos. Les encanta situarse en el mapa y saber en todo momento dónde están. Y lo mismo con los planos gratuitos de metro, los folletos de museos y cualquier material de guía que puedan entender.
Consolas de videojuegos. Rindámonos: llenan mil tiempos muertos de espera en colas, aeropuertos y en el coche. El extraordinario vídeo en 3D del museo Rodin de París que Nintendo le envió a mi hija recientemente me dejó muda: ¡tenemos que volver a París, pero ya, y visitar juntas ese museo!
Audioguías. Se alquilan en español en cualquier monumento y te explican la visita. No son precisamente baratas, pero a los niños les encantan y son capaces de seguirlas desde bien pequeños. Ahora se pueden comprar para móvil y MP3: utilísimas. Hay aplicaciones preciosas de muchos monumentos de todo el mundo que añaden imagen a la visita.
Son sólo algunos ejemplos de objetos útiles, además del DVD, para viajar con niños. Me encantaría conocer la opinión de otros padres viajeros con trucos de ‘navegación’ familiar.